Según la fundación del agua Amulén, casi un millón de personas no tienen acceso a agua potable en nuestro país, el 47,2% de los habitantes de sectores rurales no tiene abastecimiento regular y de éstos, un 84,7% se abastece a través de pozos, ríos, lagos o esteros.
Un nuevo contrato tecnológico se firmó esta última semana con la empresa Aguas Coihuin, para el proyecto “Aseguramiento de la inocuidad de agua lluvia tratada y almacenada por largos periodos de tiempo” liderado por el académico Claudio Bravo del Instituto de Ciencia Químicas, quién logró la adjudicación de fondos del concurso Contrato Tecnológicos de I+D+i, desarrollado por la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística (VIDCA) mediante su Departamento de Desarrollo e Innovación (DDI) y el cual es financiado por el proyecto institucional “Fortalecimiento, integración y proyección de capacidades institucionales para la Innovación basada en I+D en la Universidad Austral de Chile”, código 52-INES, del Programa de Vinculación la Empresa, cuyo propósito es apoyar al desarrollo productivo y empresarial de la zona sur austral.
Esta nueva alianza nace con el propósito de mejorar el servicio que brinda la empresa, quienes se dedican a la purificación y potabilización de aguas lluvias, la cual es tratada mediante un sistema de filtros, para luego ser empleada para todo tipo de uso, incluso para el consumo humano. Actualmente esta compañía provee agua a 6 escuelas rurales de la zona sur, satisfaciendo así a una población de aproximadamente de 350 alumnos.
Sin embargo, para emplear esta agua en periodos de sequías en dichas regiones, ésta debe permanecer almacenada por un largo periodo de tiempo, perdiendo su calidad de potable a causa de la pérdida de cloro libre presente en el agua. Y es que, al disminuir su concentración en el tiempo, el agua queda propensa a ser repoblada de materia orgánica y microorganismos, transformándose en un posible factor de enfermedades infecciosas.
A razón de ello, nace esta iniciativa del Dr. Claudio Bravo, cuyo fin es diseñar y ajustar a la práctica un plan de re-dosificación de cloro al agua almacenada para que se mantenga dentro de todos los requisitos establecidos por Norma Chilena 409, para considerarse agua potable y de esta forma, dar la posibilidad de otorgar un suministro de agua potable constante sin tener que abastecerse a través de otros métodos convencionales.
En relación a ello, Christian Schmidt, representante de Aguas Coihuin, manifestó su entusiasmo a partir de esta nueva alianza. “Tener a la Universidad como apoyo ha sido muy importante, ya que nos brinda la tranquilidad de entregar un producto de calidad, donde haya antecedentes que hoy no existen, de esta forma podemos entregar así agua de calidad que cumpla con todos los requisitos de la normativa para agua potable vigente. Estamos haciendo ciencia de algo que si bien es simple, no está bien estudiado”
Impacto académico y social
El proyecto tiene una duración de cuatro meses, en el cual se contemplan dos actividades, experimentos a escala de laboratorio y experimentos a escala preindustrial. Respecto a ello, el docente junto a su equipo de trabajo, ya han realizado avances a escala de laboratorio, logrando obtener resultados preliminares que ayudan a entender los factores que inciden en la calidad del agua lluvia, concluyendo que la materia orgánica juega un rol clave en la permanencia del cloro libre en el agua.
En los siguientes meses se trabajará el nivel preindustrial del proyecto utilizando una planta piloto, para observar la factibilidad del método obtenido a una mayor escala y condiciones ambientales directas.
Claudio Bravo señaló la importancia que tiene esta investigación tanto para el ámbito académico como social: “Esta sinergia es interesante pues es muy beneficioso; desde el punto de los estudiantes, se crea una oportunidad de vincularse realmente con el entorno y hacer ciencia aplicada. Al mismo tiempo la empresa se beneficia del conocimiento y de la experiencia que tienen los investigadores en la universidad y la sociedad en sí, para lograr adquirir un producto que tenga una validación y brindar así un producto de calidad”.
En relación a esta nueva iniciativa de investigación contratada por una empresa, el coordinador de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento, Marcos Ruminot, manifestó su alegría por el hito señalando que “este tipo de iniciativa vinculan la investigación con el desarrollo regional, logrando beneficiar de forma significativa a las comunidades rurales en un tema tan vital como es el acceso al agua potable”.
Con esta solución, la empresa asociada puede ser parte de los proveedores oficiales de agua potable en el país, siendo el único que puede garantizar este servicio en áreas rurales alejadas de la red doméstica del agua potable.