Estudiantes de la Escuela Angachilla y practicantes del Programa de Formación de Profesores instalaron señalética ecológica-artística como parte de una experiencia interdisciplinaria de Aprendizaje y Servicio en el marco del núcleo NIDi-CAS
En el humedal Parque Catrico, estudiantes de quinto básico de la Escuela Angachilla presentaron una pieza de señalética ecológica-artística diseñada para fomentar el cuidado de este ecosistema urbano. La actividad, realizada este jueves, fue el resultado de una experiencia formativa impulsada por el núcleo NIDi-CAS de la Facultad de Filosofía y Humanidades y la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, en el marco de la práctica de Aprendizaje y Servicio, y que además contó con el apoyo del Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU), entidad que también promueve el uso y resguardo de espacios comunitarios.
Este hito marca un nuevo avance en el desarrollo del núcleo, que busca mejorar la experiencia de aprendizaje de estudiantes escolares mediante la vinculación escuela/comunidad y el trabajo colaborativo en codocencia. En esta oportunidad, fue una de las seis duplas de estudiantes en práctica del núcleo—pertenecientes al Programa de Formación de Profesores— quienes lideraron el proyecto junto a la comunidad escolar.
La dupla está compuesta por Héctor Quijón, profesor de Ciencias en formación, y Ricardo Arias, profesor de Artes Visuales en formación, quienes integraron los contenidos de ambas disciplinas para dar vida a una pieza artística instalada en el humedal. Se trata de un letrero que reúne ilustraciones originales creadas por los propios estudiantes de la escuela, representando aves que habitan este ecosistema, con un mensaje claro sobre la importancia de cuidar el humedal, pues este purifica el agua y es el hogar de diversas flores y fauna nativas. La propuesta combinó creatividad, conciencia ambiental y conocimientos científicos, permitiendo a los niños y niñas vincularse con su territorio a través del arte y la educación.
“El semestre pasado también tuvimos una dupla del núcleo NIDiCAS en Angachilla, y hemos visto cómo la práctica de Aprendizaje y Servicio se ha ido instalando como parte de la cultura educativa del colegio”, comenta Marcelo Arancibia, coordinador del núcleo. “La escuela lo ha adoptado con entusiasmo, valorando que los estudiantes aprendan en conexión con la comunidad. Esto no solo refuerza aprendizajes desde el currículum, sino que permite que las aulas se abran al territorio que las rodea”.
Desde la dirección del Escuela Angachilla también valoran la alianza con la Universidad Austral y la metodología implementada. “Este trabajo es bastante provechoso, tanto para nosotros como para los estudiantes que están en práctica, y también para nuestros niños, que aprenden de una manera distinta”, destaca Elizabeth Sánchez, directora del establecimiento. “La metodología de Aprendizaje y Servicio nos permite vincularnos con nuestro entorno, en este caso específico con el Parque Catrico, que está muy directamente relacionado con nuestro sello medioambiental. Es una iniciativa positiva y que fortalece nuestros lazos con el entorno inmediato”.
Para los practicantes, la experiencia fue profundamente significativa. “Con el profesor Ricardo, articulamos objetivos curriculares de quinto básico para desarrollar un proyecto que no solo cumpliera con el currículum, sino que entregara un aporte concreto a la comunidad”, señala Héctor Quijón. “Los niños y niñas se vieron muy motivados al conocer su entorno, vincularse con las personas del sector y sentirse protagonistas de una acción real: instalar señalética ecológica en su propio territorio”.
Actualmente, NIDi-CAS trabaja con seis duplas de estudiantes: tres del Programa de Formación de Profesores y tres de la carrera de Pedagogía en Educación Física, quienes desarrollan experiencias educativas con impacto comunitario. En este caso, el vínculo interdisciplinar entre Artes y Ciencias permitió construir un proyecto con sentido estético, pedagógico y ecológico, involucrando tanto a los niños y niñas del establecimiento como al entorno natural que los rodea.
“Creemos que los procesos de aprendizaje se vuelven más auténticos y significativos cuando los estudiantes pueden ver la utilidad y la conexión de los contenidos con su entorno. Eso es lo que promueve el Aprendizaje y Servicio: tomar el currículum y proyectarlo hacia fuera de la escuela, generando acciones reales en la comunidad”, concluye Arancibia.
Desde el núcleo destacaron que iniciativas como esta no solo fortalecen la formación docente con sentido social y territorial, sino que también permiten establecer relaciones sostenidas con establecimientos educacionales comprometidos con una educación transformadora, como la Escuela Angachilla y el Colegio Los Conquistadores, donde se ha continuado el trabajo con nuevas duplas este semestre.