Innovación a un problema urgente en el acceso al agua potable
En muchas comunidades rurales del sur de Chile, el acceso al agua potable sigue siendo un desafío crítico. La Escuela Adonai de Paillaco, al igual que muchos otros establecimientos en zonas alejadas, depende del almacenamiento de aguas lluvias para su consumo diario. Sin embargo, la calidad del agua se deteriora con el tiempo, ya que los niveles de cloro disminuyen permitiendo la proliferación de microorganismos y haciéndola no apta para el consumo humano.
Actualmente, la principal solución disponible para estas comunidades es el abastecimiento mediante camiones aljibes, un sistema costoso, poco eficiente y con un alto impacto ambiental. “Una de las cosas que hemos identificado es el acceso limitado en la frecuencia de abastecimiento de agua potable, lo que genera periodos de escasez hídrica. Además, la calidad del agua que se suministra en camiones aljibes no siempre está garantizada”, explica Cristian Schmidt, Director de Proyectos de Aguas Coihuín.
A esto se suman los altos costos de transporte, que encarecen significativamente el acceso al agua potable en comunidades rurales. La dependencia de camiones aljibes no solo representa una carga económica, sino también un riesgo constante, ya que cualquier interrupción en el servicio puede dejar a las comunidades sin abastecimiento por días.
Además, esta solución tiene un impacto ambiental considerable. “Los camiones aljibes generan una huella de carbono significativa debido a su uso de combustibles fósiles y los largos trayectos que recorren, lo que hace que esta no sea una alternativa sostenible a largo plazo”, agrega Schmidt.
Frente a este escenario, se vuelve clave desarrollar modelos más eficientes y autónomos que garanticen un suministro continuo de agua potable sin depender de servicios externos.
Ciencia y tecnología para una solución sostenible
En la Universidad Austral de Chile, la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística (VIDCA), el Instituto de Ciencias Químicas y la empresa Aguas Coihuín, han trabajado en un proyecto que busca volver accesible el agua potable mediante la automatización del proceso de potabilización de aguas lluvias.
Esta innovación consiste en un sistema automatizado de cloración, diseñado para monitorear y regular de manera inteligente los niveles de cloro en el agua almacenada. “El sistema no solo trata el agua de forma mecánica, sino que también toma decisiones autónomas sobre cuándo necesita tratamiento o ser retratada para cumplir con los estándares de calidad potable”, explica Claudio Bravo, investigador del Instituto de Ciencias Químicas de la UACh.
El funcionamiento de este sistema lo convierte en una solución eficiente y adaptable a diversas condiciones. “Este sistema no requiere intervención del usuario para su operación. No es necesario que alguien recuerde aplicar tratamientos periódicos, ya que el equipo analiza continuamente la calidad del agua y, si es necesario, activa los mecanismos de tratamiento de forma automática”, agrega Bravo.
Además de la autonomía en su funcionamiento, este sistema ofrece ventajas clave frente a otras soluciones de potabilización. “Es una alternativa sostenible porque utiliza un recurso natural renovable y no depende de derechos de agua ni permisos de extracción. Además, al captarse in situ, se reducen los posibles vectores de contaminación”, destaca Cristian Schmidt.
El impacto de la nueva fase del proyecto y su alcance a otras regiones
Este sistema será validado en condiciones reales en la Escuela Adonai de Paillaco, donde se espera que beneficie a estudiantes, docentes y la comunidad local. “Este proyecto tiene el potencial de generar una independencia total o casi total del uso de camiones aljibes, asegurando una fuente estable y sostenible de agua potable para comunidades rurales”, señala Bravo.
El desarrollo de esta iniciativa ha sido apoyado por la Fundación Amulén, organización que ha trabajado en múltiples proyectos para mejorar el acceso al agua potable en escuelas rurales de Chile. Su experiencia ha permitido fortalecer soluciones innovadoras como la de Aguas Coihuín, contribuyendo a su implementación en territorios con dificultades de abastecimiento hídrico.
Desde Aguas Coihuín destacan que la realización de este proyecto permitirá fortalecer la alianza con la UACh y avanzar en nuevas investigaciones para la optimización del sistema. “La automatización y la incorporación de inteligencia artificial en el proceso de potabilización permitirá aumentar la vida útil del agua almacenada, asegurando su calidad por largos periodos sin intervención humana”, afirma Schmidt.
Este proyecto no solo responde a una necesidad urgente en Paillaco, sino que también plantea una solución con potencial de ser implementada en otras regiones del país. La tecnología desarrollada abre nuevas oportunidades para la gestión sustentable del agua, permitiendo reducir la dependencia de soluciones tradicionales y acercando alternativas más sostenibles a escuelas, comunidades rurales y sectores productivos que requieren agua potable segura.
“El próximo paso es escalar el proyecto a una planta piloto en una comunidad real y estudiar su comportamiento en el tiempo. Esto nos permitirá validar el sistema en distintas condiciones y planificar su implementación a mayor escala”, concluye Bravo.
El desarrollo de este proyecto es posible gracias al apoyo de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística (VIDCA), el Hub Los Ríos, la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Los Ríos, el Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional, en el marco de la iniciativa financiada con el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) de la Región de Los Ríos.