La Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) mostró las potencialidades que existen en la UACh, ofreciendo servicios como el acceso al portafolio tecnológico de la Universidad o realizar consultoría y levantamiento de oportunidades de innovación, entre otros.
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Con amplia experiencia en este tema, Ramón Molina, socio fundador de Wanka y Director de Know Hub Chile (plataforma de transferencia tecnológica que agrupa a varias universidades, entre ellas la Universidad Austral de Chile), destacó que las “las ideas están en las universidades”.
La gran cantidad de preguntas y la asistencia de un número importante de académicos y empresarios pusieron en evidencia el interés que generó el seminario “Vinculación Universidad-empresa para la innovación en la Región de Los Ríos”, el cual se realizó la tarde del jueves 6 de diciembre en el Salón Lingues del Hotel Puerta del Sur (Valdivia).
El evento inició con la exposición a cargo del Director del Departamento de Desarrollo e Innovación de la UACh, Dr. Germán Rehren, quien describió la labor de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL, dependiente de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística, VIDCA) y presentó a su equipo de trabajo.
En ese marco, destacó 4 ejemplos de transferencia Universidad-empresa impulsados por la OTL: el Biocontrolador de Listeria (solución transversal a la contaminación de alimentos), la aplicación DonoSangre (Premio Avonni Patagonia 2018), el alimento balanceado para terneros de lechería Vitulus (primera licencia formal en la que la UACh recibe rédito), y la aplicación ¿Dónde la Viste? (para ayudar a registrar avistamientos de fauna).
Para abordar la innovación y vinculación con la empresa, esta Oficina ofrece servicios como el acceso al portafolio tecnológico de la Universidad, contratos para innovación y desarrollo de nuevos productos y procesos, asesoría en estrategia de propiedad intelectual, y consultoría y levantamiento de oportunidades de innovación (trabajar en conjunto con la industria para asesorar y levantar necesidades de innovación).
Según explicó, “buscamos que la Universidad sea capaz de facilitar y apoyar el proceso de transferencia de resultados de investigación, con el objetivo de transformarlos en productos y servicios de interés como bienes productivos, públicos y sociales. Esto incluye acoger necesidades de las empresas y resolverlas, pensando en mejorar el sistema productivo y cómo contribuir de mejor manera a generar un impacto positivo en la sociedad. Para esto estamos consolidando el desarrollo de las capacidades institucionales, apuntando a dar valor agregado a la investigación y ponerla al servicio de la sociedad desde una mirada bidireccional, dirigida tanto a impulsar nuestra innovación como a la captación de necesidades del entorno”.
Las ideas están en las universidades
“Oportunidades para la creación de valor a través de la alianza Universidad-empresa en Chile”, se denominó la ponencia realizada por Ramón Molina, socio fundador de Wanka y Director Know Hub Chile, plataforma de transferencia tecnológica que agrupa a varias universidades, entre ellas la UACh.
En un estilo cercano y distendido, Molina se refirió a los diferentes tipos de innovación: la que apunta al core (lo que la empresa hace), la adyacente (nuevas líneas de productos) y la transformacional (nuevos productos y mercados). Un ejemplo de esta última es la empresa Starbucks o Protix, que trabaja con la proteína del futuro, sin agua y en base a insectos. En su opinión, los clientes no conocen lo que puede haber. Fue lo que pasó con Uber, Waze y WhatsApp. “Hay que sorprender con nuevas tecnologías”, aconsejó.
El conferencista recalcó que “las ideas están en las universidades”. Al respecto, citó a Linus Pauling (Premio Nobel de Química en 1954, quien sostuvo que “la mejor manera de tener una buena idea es tener un montón de ideas”.
Comentó que en el hemisferio norte se hace transferencia tecnológica hace 50 años y nosotros recién ahora en Chile, y que el I+D es un mecanismo para lograr innovación incremental y transformacional. Para ello existen modos de colaboración como el contract research y los hub labs.
Explicó que el core de una empresa debe ocupar el 70% de los esfuerzos, un 20% para innovación adyacente y un 10% para hacer “locuras”. No obstante, no hay que olvidar que en un mercado “el líder es más cauto”, por lo que no se debe perder el negocio que se tiene.
Recomendó a los(as) empresarios(as) presentes imaginar cuál sería un negocio transformacional y saber para quién. Esto, porque “innovar es entregar una propuesta que crea y mantiene valor”. Puede ser una propuesta simple, como un nuevo color de pintura, o compleja, como Netflix o iTunes.
También mostró el caso de su empresa Copptech, que trabaja con hilo de cobre para calcetines que elimina bacterias, hongos y virus. Esta tecnología fue desarrollada por científicos de la Universidad de Chile. La tecnología “no es necesario entenderla; hay que conversar”, concluyó.
Respecto a la falta de innovaciones transformacionales, comentó que “son pocas regionales o locales porque no nos conectamos con las universidades. El mundo desarrollado sí se conecta con las universidades”, surgiendo de ahí empresas como Google. “Las ideas están en las universidades y el conocimiento del mercado en los empresarios, por lo tanto, es un matrimonio que tiene que surgir”, dijo.
Posibilidades de apoyo estatal
A continuación Carla Paredes, Subdirectora de Innovación y Emprendimiento del Comité Fomento Los Ríos, Corfo, abordó los instrumentos que posee esta institución.
¿Qué es lo que apoyan los instrumentos de Corfo? “Nuevos o mejorados productos o servicios, que es lo que busca y financia Corfo”, dijo. No obstante, en regiones los proyectos están enfocados a mejorar procesos de la empresa.
En Los Ríos, explicó Carla Paredes, existe un instrumento denominado “Prototipo de innovación regional” que financia hasta 30 millones de pesos. A su vez, “Innova región” entrega la misma cantidad hasta la primera etapa (prototipaje), y hasta 20 millones de pesos en la etapa dos.
¿Por qué fallan algunas postulaciones? Planteó que es importante definir quién realmente necesita el producto o servicio. Es necesario, además, tener claridad en el grado de innovación. ¿Por qué es diferente?, y ¿cuál es el valor agregado? Asimismo, hay que tener un modelo de negocios (¿cómo generar dinero?, entre otros).
“Dado que estamos trabajando en este piloto de descentralización de fomento queremos llegar también a comunas. Por lo tanto, lo que esperamos este año es hacer un fuerte trabajo en comunas, llegar a aquellos emprendedores y empresarios que tienen buenas ideas de negocios, que están haciendo solos las cosas y decirles que nosotros los apoyamos en el riesgo”, aseguró.
Fuente: www.diario.uach.cl
Escrito por Comunicaciones VIDCA
